Siendo apenas una niña de 8 años y percibiendo el mundo como un lugar hostil del que moría por escapar, en los descansos corría a la pequeña biblioteca del colegio. Allí, escabullida, clavaba sin parpadear mis ojos en los libros de cuentos que reposaban en las estanterías e imaginaba ser yo quien los había inventado. De esa manera, habría cumplido mi más grande anhelo: convertir la vida en historias. Así, además, lograría sentirme a salvo. Años más tarde, creció en mí un gran deseo por tener una librería en la que se venderían mis libros y los de otros escritores que, como yo, morían por compartir sus historias con el mundo.
Hoy, con profunda gratitud, puedo decir ‘he materializado mi sueño’. Y hoy, con inmenso amor, te invito a ser parte de él.
fundadora de La Librería
Siendo apenas una niña de 8 años y percibiendo el mundo como un lugar hostil del que moría por escapar, en los descansos corría a la pequeña biblioteca del colegio. Allí, escabullida, clavaba sin parpadear mis ojos en los libros de cuentos que reposaban en las estanterías e imaginaba ser yo quien los había inventado. De esa manera, habría cumplido mi más grande anhelo: convertir la vida en historias. Así, además, lograría sentirme a salvo. Años más tarde, creció en mí un gran deseo por tener una librería en la que se venderían mis libros y los de otros escritores que, como yo, morían por compartir sus historias con el mundo.
Hoy, con profunda gratitud, puedo decir ‘he materializado mi sueño’. Y hoy, con inmenso amor, te invito a ser parte de él.